Maduro hizo pactos con deidades y manipuló la Biblia mientras se juramentaba como presidente de Venezuela.
Su juramento atrajo la atención de la comunidad cristiana, especialmente por la falta de menciones a Dios y Jesucristo, y en su lugar, invocó a Guaicaipuro y Pedro Camejo, figuras veneradas en la santería y usadas por su fallecido predecesor, Hugo Chávez, en distintos rituales para mantenerse en el poder.