Estados Unidos exigió este domingo la liberación inmediata de al menos 30 pastores y líderes cristianos detenidos en China, en una operación nacional dirigida contra iglesias domésticas no registradas como la Iglesia de Sión en Beijing, según reportaron Infobae.
Entre los arrestados se encuentra el pastor Ezra Jin, líder emblemático de la Iglesia de Sión, una de las mayores congregaciones clandestinas del país. Su hija, Grace Jin, confirmó a Fox News que su padre fue detenido junto con otros dirigentes religiosos y empleados en varias ciudades, incluyendo Shenzhen, Shanghai, Chengdu, Beihai, Jiaxing y Huangdao.
El Partido Comunista de China (PCCh) no realizó declaraciones oficiales, pero el secretario de Estado de EE.UU, Marco Rubio, condenó las “redadas” y las calificó de “ejemplo de la hostilidad del gobierno chino hacia los cristianos que rechazan la interferencia del partido en su fe y eligen congregarse en iglesias sin registrar”.
Rubio instó públicamente: “Hacemos un llamamiento al PCCh para que libere inmediatamente a los líderes religiosos detenidos y permita que todas las personas de fe, incluidos los miembros de las iglesias domésticas, participen en actividades religiosas sin temor a represalias”.
El pastor Sean Long, quien actualmente reside en EE.UU, declaró a The Associated Press: “Este es un momento muy perturbador y angustioso. Esta es una brutal violación de la libertad religiosa, consagrada incluso en la Constitución china. Queremos que nuestros pastores sean liberados de inmediato”.
Long recibió videos y fotos de la policía irrumpiendo en lugares de culto a través de chats grupales de líderes dentro de China. Señaló que la Iglesia de Sión mantiene hoy más de 5.000 miembros y más de 100 puntos de reunión distribuidos en 40 ciudades, desde apartamentos hasta restaurantes y bares de karaoke, lo que evidencia su presencia nacional a pesar de la persecución.
La represión contra iglesias “subterráneas” se ha endurecido bajo el liderazgo de Xi Jinping, incluidas la destrucción de cruces, quema de Biblias y cierre de templos. El gobierno ha intensificado una campaña de “sinización de la religión”, buscando que toda creencia esté subordinada a la lealtad al partido oficialista y eliminando cualquier desafío a su control sobre la vida de los ciudadanos.
En 2018, la Iglesia de Sión ya fue objeto de clausura y hostigamiento, pero, según Long, la pandemia llevó a un crecimiento significativo mediante cultos y oraciones en línea, lo que atrajo a nuevos creyentes que no accedían a las iglesias autorizadas por el Estado.
Otras iglesias sufrieron acciones similares: en mayo, el pastor de la Iglesia Luz de Sión en Xi’an fue arrestado; en junio, diez miembros de la Iglesia del Candelabro Dorado en Shanxi fueron condenados a prisión después de años detenidos.
Bob Fu, fundador del grupo China Aid, advirtió: “Estamos presenciando la ola de persecución más extensa y coordinada contra iglesias domésticas independientes urbanas en China en cuatro décadas”.
Grace Jin explicó que, pese al peligro, su padre decidió regresar a China después de llevar a la familia a EE.UU en 2018: “Sentía que, como pastor, debía estar con el rebaño… siempre estuvo preparado para algo así”.
El compromiso de líderes como Ezra Jin es testimonio vivo de fidelidad y valentía frente a la opresión estatal. Oremos por la pronta liberación de todos los retenidos.

