Tras la muerte de Charlie Kirk , fundador de Turning Point USA, asesinado a tiros el pasado jueves (4) en el campus de la Universidad del Valle de Utah, en Orem (Utah), su pastor, Rob McCoy, rindió homenaje al legado de fe del activista.
Kirk, conocido por su labor de ayuda a jóvenes estudiantes y por alentar a una generación a vivir una vida basada en la fe, deja a su esposa, Erika Frantzve, y dos niños pequeños: una niña de 3 años y un niño de 1 año.
Rob, copresidente de Turning Point Faith, dijo que Kirk lo llamaba pastor, pero él prefiere ser conocido como «su amigo y mayor admirador».
«Mi amigo Charlie Kirk fue asesinado por un cobarde. Su vida será recordada por muchas cosas maravillosas. Nunca usó la violencia, pero era amenazado a diario por quienes no entendían la lógica ni la verdad, y ahora le han hecho a mi amigo lo que siempre hace el mal: quitar vidas», declaró el pastor a Fox News.
El pastor Rob tiene una larga relación con Kirk. Tras 25 años al frente de Godspeak Calvary Chapel, comentó que su iglesia fue la primera en permitirle hablar al joven activista: «Pensó que ninguna iglesia lo aceptaría».
Continuó: «Charlie no murió. En cambio, comenzó a vivir de verdad. Su vida estaba garantizada eternamente por su Salvador, Jesucristo. Esta verdad le permitió a Charlie afrontar cada amenaza con valentía porque no temía a la muerte».
«Todo mal conocido es la muerte, y se deriva del poder de la muerte. Pero Charlie vivió y será recordado por ello. Me duele el corazón por su familia : su esposa Erika y sus dos preciosos hijos», añadió.