Cinco cristianos iraníes han sido condenados a un total de 50 años de prisión por actividades religiosas, incluida la oración, el bautismo y la distribución de Biblias, según organizaciones de vigilancia.
Los cinco, incluidos dos hombres y tres mujeres previamente encarcelados, fueron condenados por el Tribunal Revolucionario de Teherán en virtud de artículos enmendados del código penal de Irán, según Article 18 , una organización con sede en el Reino Unido que monitorea la libertad religiosa en Irán.
El juez que dictó sentencia fue Abolqasem Salavati, conocido por imponer largas condenas en casos que involucraban amenazas percibidas a la seguridad nacional.
El tribunal condenó a 10 años de prisión al pastor Joseph Shahbazian, a Nasser Navard Gol-Tapeh, a Aida Najaflou y a una tercera mujer cuya identidad no se ha hecho pública.
Najaflou recibió dos años adicionales por publicaciones en las redes sociales, mientras que la esposa de Shahbazian, Lida, recibió ocho años.
Los cinco fueron acusados de «reunión y colusión» y de difundir «propaganda» contra la República Islámica. Según informes, los veredictos no se comunicaron a los acusados hasta finales de noviembre y principios de diciembre, aunque la audiencia se celebró en octubre.
Los cinco tienen 20 días para apelar la sentencia ante el mismo tribunal que los condenó.
Se confiscaron pertenencias personales de los acusados, incluyendo textos cristianos y Biblias, y se entregaron al Ministerio de Inteligencia para su examen. Esta acción se asemeja a casos anteriores en los que cristianos fueron encarcelados por cargos similares y el Estado les confiscó material religioso.
Tanto Shahbazian como Gol-Tapeh habían cumplido condenas de prisión por su participación en las redes clandestinas de iglesias domésticas de Irán, según International Christian Concern, organización estadounidense de vigilancia de la persecución . Gol-Tapeh fue liberada en 2022 tras casi cinco años. Shahbazian fue liberado en 2023 tras cumplir más de un año de una condena de 10 años antes de ser arrestado nuevamente.
El estado exigió a varios de los cristianos montos de fianza que grupos de derechos humanos han llamado sin precedentes.
La fianza de Najaflou se fijó en aproximadamente 130.000 dólares, y la de Gol-Tapeh en casi 250.000. A Shahbazian nunca se le comunicó la cifra oficial de la fianza, aunque su familia fue engañada haciéndole creer que sí se había fijado.
Najaflou, de 44 años, sufre de artritis reumatoide y recientemente se había sometido a una cirugía de columna en el momento de su arresto.

