Cuba: Cristianos desafían censura y alaban a Dios en plena calle.

Un episodio sin precedentes estremeció este miércoles a la ciudad de Santiago de Cuba, cuando cientos de cristianos fueron abruptamente expulsados del Tropicana Santiago por órdenes directas de la Seguridad del Estado, siguiendo instrucciones del Partido Comunista.

El acto de represión, que buscaba silenciar un evento religioso autorizado, terminó desencadenando una firmeza por parte de los cristianos en medio de la reprensión.

El evento, organizado por varias iglesias evangélicas con semanas de antelación, contaba con todos los permisos necesarios. El recinto fue alquilado para celebrar un Culto de Adoración.

Sin embargo, cuando el servicio ya se encontraba en marcha y el lugar lleno, funcionarios estatales ordenaron su cancelación inmediata.

Agentes presentes ejecutaron la orden desalojando a los asistentes y bloqueando el acceso a quienes aún esperaban entrar.

La reacción fue inmediata: en lugar de dispersarse, los cristianos comenzaron a cantar himnos, orar y proclamar su fe frente al Tropicana, en plena carretera.

“Dios usó este momento para glorificarse aún más”, dijo una de las asistentes. Videos en redes sociales muestran cómo la calle se convirtió en un escenario de fervor espiritual, donde la represión no logró silenciar la fe, sino amplificarla.

Líderes evangélicos locales denuncian que esto forma parte de un patrón creciente de hostigamiento religioso en Cuba. El hecho ha reavivado el debate sobre la libertad de culto en la isla y el control del Estado sobre las manifestaciones religiosas.

Para muchos creyentes, la jornada fue un símbolo de resistencia espiritual. “La obra de Dios no se detiene”, afirman, mientras el mundo observa con atención este nuevo episodio de fe bajo presión.

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