El pasado domingo 14, hombres armados irrumpieron en un culto de la iglesia Evangelical Church Winning All (ECWA), en el estado de Kogi, centro de Nigeria, matando al menos a una persona y secuestrando a 13.
Según medios locales, los agresores entraron disparando dentro del templo, sembrando pánico entre los presentes. Algunos creyentes lograron huir hacia los campos y arbustos cercanos, pero varias familias denuncian parientes desaparecidos, que se cuentan entre los 13 cristianos raptados.
El gobierno estatal informó que las fuerzas de seguridad respondieron al ataque y lograron abatir a cinco de los hombres armados, aunque otros consiguieron escapar heridos. Autoridades de Kogi se refieren a los atacantes como “bandidos”, grupos criminales que actúan en la región secuestrando personas para exigir rescates.
El ataque a la iglesia ECWA es el segundo incidente similar en Kogi en apenas dos semanas. Días antes, otro templo en la localidad de Ejiba fue invadido durante el culto, y el pastor, su esposa y varios miembros de la congregación fueron secuestrados a punta de fusil, permaneciendo aún en cautiverio según reportes de organizaciones cristianas.
La violencia contra cristianos no se limita a los cultos. En noviembre, más de 300 niñas y 12 profesores fueron raptados de la escuela cristiana St. Mary, en el estado de Níger, en uno de los mayores secuestros masivos desde el caso de Chibok en 2014, lo que llevó a la ONU a expresar “alarma profunda” por la ola de raptos en el país.
La vice–secretaria general de la ONU, Amina Mohammed, recordó que las escuelas deberían ser “santuarios para la educación” y pidió el regreso inmediato de todos los secuestrados. El presidente nigeriano, Bola Tinubu, reconoció el aumento del “extremismo violento” en varias zonas y prometió una respuesta “rápida y decidida” de las fuerzas de seguridad.
Organizaciones como ACI Africa y Open Doors destacan que Nigeria se ha convertido en uno de los países más peligrosos del mundo para los cristianos, con ataques constantes a aldeas, iglesias y escuelas. Benue, Plateau, Kaduna, Kogi y Taraba figuran entre los estados más golpeados por asesinatos, destrucción de propiedades y secuestros masivos.
En este contexto, líderes cristianos piden oración y apoyo internacional. Campañas de iglesias dentro y fuera de Nigeria llaman a clamar específicamente por los 13 secuestrados de la iglesia ECWA, por el consuelo de la familia del creyente asesinado y por fortaleza para los cristianos que celebrarán la Navidad bajo amenaza.
