
El presidente William Ruto ha anunciado la construcción de una iglesia cristiana de gran escala en los terrenos de la residencia presidencial de Kenia, ubicada en Nairobi. Según los planos revelados por Daily Nation, se trata de una estructura con capacidad para 8,000 asistentes y un costo estimado de 9 millones de dólares. Será una de las más grandes vinculadas a una sede de gobierno en África.
Ruto ha defendido públicamente el proyecto con tono desafiante: “No voy a pedirle a nadie una disculpa por construir una iglesia. El diablo puede estar enojado y puede hacer lo que quiera”. El presidente, conocido por su fervor evangélico, ha entrelazado consistentemente política y religión en sus actos públicos. Esto incluye oraciones regulares en la sede presidencial y acceso abierto a líderes cristianos.
La medida ha generado críticas desde diversos sectores. La Sociedad de Ateos de Kenia planea impugnar el proyecto judicialmente, argumentando que es “antidemocrático y una promoción del nacionalismo cristiano”, según su presidente, Harrison Mumia. Aunque Ruto afirma que pagará la obra con fondos personales, expertos legales cuestionan el uso de suelo público para un edificio religioso privado.
Kenia se define constitucionalmente como un Estado secular. Aunque el 85 % de los ciudadanos se identifican como cristianos, existen comunidades musulmanas, hindúes, y seguidores de religiones tradicionales africanas. Actualmente, la residencia estatal no ofrece espacios de culto para estas otras religiones, lo que ha motivado denuncias de favoritismo.
Incluso líderes cristianos han pedido prudencia. El arzobispo Philip Anyolo declaró: “Una estructura de este tipo debería haberse construido en un área que no sea una institución pública… a menos que lo que se esté construyendo sea una capellanía”.