
Un sombrío episodio de violencia religiosa sacudió el este de Uganda cuando un hombre recientemente convertido al cristianismo fue asesinado por sus propios familiares musulmanes mientras oraba y leía la Biblia en su casa.
Según los informes, la víctima, Kasajja Abdul Maliki, de 37 años, aceptó a Jesús como su Salvador en abril y desde entonces se dedicaba a la lectura de la Biblia y a la oración en privado.
A partir de su conversión, sus familiares comenzaron a presionarlo por su ausencia en la mezquita y su creciente participación en actividades cristianas.
De acuerdo con medios cristianos, en la noche del 18 de julio, Maliki se encontraba solo en casa, orando en voz alta y leyendo la Biblia, cuando sus parientes musulmanes forzaron la puerta de entrada. “Lo escucharon orando en el nombre de Isa [Jesús] y pidiéndole que salvara a su familia”, declaró su sobrina Shamina.
Al ingresar, los agresores encontraron a Maliki de rodillas junto a la Biblia. Comenzaron a golpearlo, gritaron el lema islámico “Allah Akbar” y rompieron su Biblia. El ataque fue liderado por familiares cercanos, incluido su hermano Lubega Kalimu y otro pariente identificado como Sempa Arafat.
Kalimu le asestó una puñalada mortal en el pecho. Maliki murió mientras era trasladado por vecinos a una clínica cercana. Testigos afirmaron que aún estaba consciente al momento del ataque, pero no logró sobrevivir.
Maliki, soltero, asistía a estudios bíblicos organizados por la iglesia local, que tenía planes de ayudarlo a iniciar un pequeño negocio de soldadura, aprovechando su reciente formación técnica. Este caso se suma a otros actos de persecución religiosa.