En los últimos años, Venezuela ha experimentado un alarmante crecimiento de ritos satánicos y prácticas esotéricas, según advirtió Ronny García.
En entrevistas recientes,García subrayó que cada vez es más común ver laicos participando en rituales satánicos, consultando a brujos y realizando prácticas espiritistas, especialmente en zonas emblemáticas como la montaña de Sorte, en Yaracuy, sitio donde convergen elementos indígenas, africanos y populares.
“En ese lugar convergen prácticas sincréticas que mezclan elementos indígenas, africanos y populares. Allí se observan rituales de posesiones, invocaciones de espíritus. Usan tabaco y bebidas alcohólicas, tambores y gestos corporales. Con todo esto buscan canalizar entidades espirituales”, explicó García, aclarando que estas actividades no son compatibles con la fe cristiana y pueden abrir puertas a influencias espirituales negativas.
“Los peligros de asistir a estas sesiones son realmente muy graves”, insistió García, refiriéndose también al auge de la superstición y la búsqueda de soluciones rápidas en lo oculto como factores que agudizan la problemática.
Actualmente, Venezuela cuenta solo con 16 exorcistas oficialmente designados para todo el territorio, un número insuficiente ante la creciente demanda de personas que buscan liberación o ayuda espiritual.