
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que prohíbe los procedimientos de reasignación de sexo en menores.
Esta medida incluye la prohibición de tratamientos hormonales, bloqueadores de la pubertad y cirugías de cambio de género, estableciendo una postura clara en contra de la medicalización de la identidad de género en jóvenes.
La Casa Blanca subrayó que la política del gobierno es no financiar ni apoyar la “transición” de menores de un sexo a otro. Además, se comprometió a hacer cumplir rigurosamente las leyes que prohíben o limitan estos procedimientos, presentándolos como destructivos y alteradores de la vida de los niños, lo que ha generado un amplio debate sobre los derechos de los jóvenes y las políticas de salud.
“En todo el país, los profesionales médicos mutilan y esterilizan a un número cada vez mayor de niños influenciables. Esta peligrosa tendencia será una mancha en la historia de nuestra nación y debe terminar”, afirma la orden ejecutiva.
Donald Trump celebró la firma de una orden ejecutiva que prohíbe el financiamiento y apoyo a los “cuidados de afirmación de género” para menores, afirmando que estas prácticas han perjudicado a muchas vidas. En su mensaje, Trump enfatizó que la nación ya no respaldará estas intervenciones, que considera dañinas.
La nueva medida ordena a las agencias federales revocar políticas basadas en las directrices de la Asociación Mundial de Profesionales para la Salud Transgénero (WPATH), las cuales fueron criticadas por el gobierno por carecer de “integridad científica”.
Esto implica que las instituciones de salud y educativas que reciben financiamiento federal deben detener cualquier práctica relacionada con la reasignación de género en menores.
El decreto también prohíbe el uso de bloqueadores de la pubertad y el suministro de hormonas sexuales a menores, así como las cirugías de reasignación de género, excluyendo estos procedimientos del financiamiento gubernamental.
Las agencias federales deben presentar un informe sobre la implementación de esta orden en un plazo de dos meses, y los seguros de salud deberán dejar de cubrir estos tratamientos a partir de 2026, incluyendo modificaciones en el programa TRICARE del Departamento de Defensa.