
En una declaración, el cantante reveló que, tras meses de esfuerzos por salvar su matrimonio, no quedo mas que acceder al divorcio tras la petición de su esposa.
Yankee destacó que tanto él como Mireddys intentaron superar sus diferencias con amor y dedicación. En su mensaje, subrayó la importancia de su fe en Cristo, describiéndola como un refugio y una guía constante durante este difícil proceso personal. Este aspecto espiritual también se refleja en la temática de su nueva canción.
La canción presenta a Yankee en un paisaje árido, simbolizando su vulnerabilidad y la lucha por salir adelante, lo que muchos califican como su vía para drenar el dolor que siente por todo este difícil proceso con su familia.
La nueva canción mantiene el ritmo distintivo que lo ha caracterizado. Sin embargo, su letra está contando su proceso, pero también muestra la esperanza que se puede tener aun en medio del dolor.
Para el cantante esta ha sido una gran prueba después de dejar los escenarios seculares para enfocarse mas en Dios. Unos respaldan a Yankee pensando en que sus decisiones son sinceras, mientras que otros siguen dudando de sus decisiones.