
El Partido Comunista Chino (PCCh) ha publicado nuevas regulaciones que prohíben a los misioneros extranjeros predicar, compartir su fe y establecer organizaciones religiosas a menos que primero obtengan la aprobación del gobierno.
Las restricciones entrarán en vigor el 1 de mayo en China y, aunque no prohíben el cristianismo ni la actividad eclesiástica, sí limitan la actividad religiosa y la someten a un mayor escrutinio.
Las autoridades exigirán ahora que todos los grupos religiosos se registren ante el estado y limiten sus actividades a lugares autorizados por el gobierno. Esto hará que la evangelización sea prácticamente imposible.
«Nos cierran la puerta de golpe; simplemente hace que sea mucho más difícil mantenerla abierta. Hay más pasos en el proceso, más escrutinio en el proceso», dijo Kurt Rovenstine de Biblias para China a Mission News Network .
Los medios estatales chinos afirmaron a principios de este mes que las nuevas regulaciones promueven la seguridad nacional, lo que International Christian Concern cita como una justificación común utilizada por el régimen comunista para la persecución religiosa.
El PCCh ha visto con recelo durante mucho tiempo la actividad religiosa independiente, argumentando que la lealtad religiosa contradice la lealtad fundamental que exige el Partido Comunista —explicó el grupo en un comunicado de prensa—. El gobierno califica la actividad religiosa independiente de sectaria y extremista, independientemente de sus raíces teológicas, y exige que toda actividad religiosa cristiana se desarrolle dentro de los límites de las iglesias estatales.
Estas nuevas regulaciones reflejan la campaña del partido bajo la presidencia de Xi Jinping para la «sinización de la religión», un término utilizado para hacer que los grupos religiosos se adhieran a los valores y la cultura socialistas chinos.
Es por esto que muchas iglesias domésticas independientes son allanadas y sus miembros son acusados de trabajar contra el estado.
A principios de este año, el gobierno chino publicó un informe en el que se jactaba del aumento de la persecución de grupos religiosos independientes en 2024, a los que el PCCh califica de grupos de «secta», según informa la CPI.
«Las autoridades de seguridad pública de China intensificaron sus esfuerzos para desmantelar las organizaciones sectarias en 2024», informó el Global Times, un medio de comunicación estatal. «Han trabajado para frenar el crecimiento y la propagación de las organizaciones sectarias, mitigando las posibles amenazas a la seguridad política nacional y manteniendo la estabilidad social».