
Un burdel fue cerrado recientemente y transformado en una iglesia evangélica en la ciudad de Raposo, en Río de Janeiro, luego de que un misionero holandés evangelizara la región.
Según Revive , a través de su fundación Children Asked, Eric Visser ha llevado la esperanza del Evangelio a las favelas afectadas por el crimen en el estado. La misión también promovió acciones sociales con niños desfavorecidos.
Años de trabajo misionero han dado como resultado vidas salvadas y transformadas por Cristo. “Llevé a un traficante de drogas fuertemente armado y a un adicto al crack ante el Señor en Río”, testificó Eric.
“Nos autorizaron a transformar una ‘Casa de Mujeres’ en Raposo en una iglesia”, dijo.
El lugar de prostitución fue transformado en un templo consagrado a Dios, donde se realizan servicios los lunes, miércoles y viernes.
«Donde hace unas semanas las chicas aún bailaban semidesnudas alrededor de la mesa de billar, ahora hay un púlpito con una Biblia. En la pared está escrito ‘Casa de Oración para Salvar Vidas’
Misión en Brasil
El misionero holandés trabajó en Brasil hasta su reciente jubilación. Eric fundó Children Asking en 2003 después de enterarse de la impactante realidad de los niños que viven en los barrios marginales del país en extrema pobreza.
En 2002, mientras visitaba la favela Tiquatira en São Paulo para realizar una investigación, se encontró con una niña de 9 años que lo dejó destrozado.
Hablé con ella en la chabola donde vivía sobre sus expectativas de futuro y me sorprendió porque no tenía ninguna. Sus únicas perspectivas eran vender dulces y refrescos en el tren o prostituirse. Esto me entristeció mucho —dijo Eric—.
Al salir de allí, algo muy fuerte ardía en su corazón y decidió que dedicaría toda su vida a servir al Reino y ayudar a los niños vulnerables.
“Regresé a casa en Holanda y le dije a mi esposa que íbamos a vender todo lo que teníamos y dárselo a Dios. Ella se sorprendió mucho y dijo: ‘Amén’”, recordó Eric.
La pareja vendió su casa e invirtió todo lo que tenía en crear Children Asking. Hoy, la misión trabaja con niños en riesgo en Brasil y otros países, ofreciendo alfabetización y educación cristiana para que puedan construir un futuro mejor.