
Una familia cristiana sufre una crisis humanitaria en Cuba. Un pastor protestante cubano en el exilio denunció públicamente que el gobierno de la isla le ha impedido regresar para acompañar a su hija adulta, quien enfrenta una etapa avanzada de cáncer de mama.
En un video difundido en redes sociales, el líder cristiano –cuya identidad se protege por motivos de seguridad– expresó su dolor tras enterarse de que su hija necesita una operación urgente. “Su vida está en riesgo, y yo no puedo estar a su lado”, afirmó visiblemente afectado.
Este pastor fue perseguido por más de dos décadas debido a su liderazgo dentro de una red cristiana que el gobierno cubano nunca reconoció oficialmente. En 2022, las autoridades le dieron un plazo de 30 días para abandonar el país o enfrentarse a prisión. Desde entonces, él, su esposa y sus hijas menores viven en Estados Unidos con un permiso humanitario. Sin embargo, el gobierno cubano mantiene una orden que le prohíbe regresar, incluso por razones familiares.
Sus hijas mayores, que no pudieron salir del país, permanecen en Cuba. Una de ellas fue diagnosticada con cáncer poco después de la salida del resto de la familia. Pese a múltiples tratamientos, la enfermedad continúa avanzando. La situación se complica aún más por la escasez crónica de medicamentos en la isla.
La organización Christian Solidarity Worldwide (CSW) denunció el caso y pidió al gobierno cubano levantar de inmediato la prohibición de entrada. La directora de incidencia de CSW, Anna Lee Stangl, declaró:
“El gobierno cubano no se conformó con forzar al exilio a este pastor, su esposa y sus hijas menores. Las autoridades siguen castigándolos por haber liderado un grupo cristiano que el Estado se negó a registrar, separándolos incluso en momentos de crisis. Hacemos un llamado al presidente Miguel Díaz-Canel y al ministro del Interior, Lázaro Álvarez Casas, a permitir que este padre regrese a Cuba para estar con su hija durante este tiempo tan difícil”.
La comunidad cristiana internacional se une en oración por esta familia y por todas las que sufren en Cuba por causa de su fe.