
Las autoridades cubanas consideraron esta declaración una amenaza al afirmar que “solo la Revolución y sus sistemas políticos pueden resolver los problemas del pueblo”. El pastor fue llevado a una comisaría, acusado de usar el púlpito para cuestionar la capacidad del gobierno, y recibió advertencias de posibles cargos criminales si seguía predicando sobre el tema.
El régimen comunista también amenazó con tomar medidas contra la familia del pastor si su predicación era considerada “divisionismo ideológico”. Le entregaron una “Acta de Advertencia”, la cual Lovaina se negó a firmar, defendiendo su derecho a expresar su fe y confianza en Dios.
El caso de Lovaina no es aislado. Según el informe anual de Christian Solidarity Worldwide, en 2024 se registraron 624 casos de persecución religiosa en Cuba, incluyendo detenciones arbitrarias, amenazas y vigilancia a líderes cristianos. La represión afecta tanto a iglesias registradas como no registradas, y se han reportado abusos contra niños por sus creencias.
La presión sobre pastores y líderes cristianos es constante. Además de interrogatorios y multas, algunos han sido víctimas de ataques violentos por parte de grupos paramilitares, sin que el gobierno investigue o sancione estos hechos. El informe subraya la falta de protección y la vulnerabilidad de la comunidad cristiana en la isla.
La organización CSW destaca que la represión a la libertad religiosa en Cuba se ha intensificado desde 2021, afectando a diversas denominaciones y restringiendo el acceso a materiales y visitas religiosas, especialmente para presos políticos.
La Biblia enseña que la verdadera solución a los problemas de cualquier nación proviene de Dios, quien puede transformar corazones y sociedades. La iglesia está llamada a orar y actuar con fe, confiando en que solo el poder de Dios puede traer justicia, paz y esperanza duradera.
Como cristianos, debemos solidarizarnos con los que sufren persecución y orar por fortaleza y libertad para la iglesia en Cuba. La fe en Dios no debe ser motivo de intimidación, sino un testimonio de esperanza y amor en medio de la adversidad.
El respeto a la fe cristiana y la libertad religiosa es fundamental para construir una sociedad justa. La iglesia debe seguir proclamando que solo Dios puede traer verdadera solución y transformación a Cuba y a cualquier nación.
Soy testigo de ello,estudié en una universidad pedagógica donde fui perseguida por causa del evangelio,amenazada y violentada en varias ocasiones,luego mi esposo ,mis hijos(niños y adolescents en ese tiempo) y yo fuimos amenazados,burlados ,violentados como familia pastoral en Cuba.El gobierno de Cuba es una Dictadura y odia Al cristianismo