Se insta al presidente nigeriano a declarar el estado de emergencia militar tras la masacre de 86 cristianos por parte de un grupo radical fulani.

Un grupo de abogados solicitó al presidente de Nigeria que declare una emergencia militar luego de que la secta fulani matara al menos a 86 personas en áreas predominantemente cristianas del estado de Benue en las últimas dos semanas, incluidas 46 el domingo, dijeron las fuentes.

Sebastine Hon, abogado principal de Nigeria (SAN), una prestigiosa designación otorgada por recomendación del Colegio de Abogados de Nigeria, escribió el lunes al presidente Bola Tinubu exigiendo medidas inmediatas para detener el creciente derramamiento de sangre en su estado natal, Benue.

“Sin embargo, la situación de seguridad en mi estado se está descontrolando MUY RÁPIDAMENTE”, escribió Hon. “A juzgar por la breve descripción anterior de los desafortunados acontecimientos en el estado de Benue, es IMPERATIVAMENTE IMPERATIVO que el Sr. Presidente declare el estado de emergencia militar en el estado”.

La deplorable situación de seguridad en el estado de Benue lo obligó a fines de mayo a escribir a los líderes del ejército y la policía pidiendo acciones, escribió.

“Escribí personalmente una carta conjunta al Jefe del Estado Mayor de la Defensa, al Inspector General de Policía y al Director General de los Servicios de Seguridad del Estado, detallando las deficiencias de las operaciones militares y paramilitares en el estado”, escribió Hon. “Hasta la fecha, no se ha hecho nada para solucionar la situación, como lo demuestran claramente los recientes y desagradables sucesos en el estado”.

En el condado predominantemente cristiano de Gwer West, los pastores fulani mataron al menos a 68 personas en las últimas dos semanas, incluidas 18 asesinadas el domingo en Tse Antswam, en las afueras de la ciudad de Naka, dijeron residentes y líderes comunitarios.

El líder comunitario Daniel Abomtse dijo que los agresores eran pastores fulani.

El domingo, 18 cristianos fueron asesinados en la aldea de Tse Antswam. Algunos fueron fusilados, mientras que otros fueron masacrados, y sus casas fueron incendiadas, dijo Abomtse.

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