Un sobreviviente en el trágico accidente de un avión en India en el que viajaban más de 242 pasajeros.

El vuelo transportaba a 242 personas, entre pasajeros y tripulantes, cuando se vio involucrado en lo que la aerolínea calificó de «accidente trágico». Air India confirmó en la madrugada del viernes, hora local, la muerte de 241 personas de las 242 que iban a bordo del avión accidentado.

El vuelo AI171 despegó a las 13:38 hora local y, minutos después, la tripulación emitió una señal de emergencia “Mayday” antes de desaparecer de los radares. No hubo más comunicaciones desde la cabina tras el llamado de auxilio, lo que sugiere una emergencia repentina y devastadora.

El avión impactó contra una residencia de estudiantes del BJ Medical College, en la zona de Meghaninagar, cerca del perímetro del aeropuerto. Las imágenes captadas por testigos muestran una nube de fuego y humo ascendiendo sobre la ciudad, mientras equipos de rescate y vecinos intentaban encontrar sobrevivientes entre los escombros.

Entre los pasajeros se encontraban 169 ciudadanos indios, 53 británicos, siete portugueses y un canadiense. El primer ministro de la India, Narendra Modi, calificó el accidente como “desgarrador” y transmitió sus condolencias a los familiares de las víctimas, asegurando que todos los recursos del Estado están movilizados para las tareas de socorro.

La magnitud de la tragedia se reflejó en la suspensión de todas las operaciones aéreas en el aeropuerto de Ahmedabad y la activación de centros de emergencia y líneas directas para los familiares de los pasajeros afectados.

El modelo Boeing 787-8 Dreamliner, involucrado en el siniestro, es considerado uno de los aviones más avanzados y seguros del mundo, lo que ha generado sorpresa y preocupación entre expertos y autoridades, ya que aún se desconocen las causas del accidente.

Videos y fotografías difundidas en redes sociales muestran escenas de destrucción, con vehículos carbonizados y cuerpos cubiertos de espuma extintora, mientras ambulancias y equipos de emergencia trabajaban sin descanso en la zona del desastre.

La comunidad internacional ha expresado su solidaridad con la India y las familias de las víctimas. El aeropuerto de Gatwick, en Londres, también ha habilitado centros de atención y líneas de apoyo para los allegados de los pasajeros.

Este trágico accidente revive el debate sobre la seguridad aérea y la importancia de la preparación ante emergencias, recordando la fragilidad de la vida y la necesidad de buscar consuelo y esperanza en medio del dolor.

Oremos por los afectados y recordemos que incluso en las tragedias más incomprensibles, Dios permanece como fuente de consuelo y esperanza para quienes sufren.

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