Juliana Ferron, autora del libro “Me Cansé de Ser Gay” Afirma nadie nace homosexual.

Juliana Ferron, quien antes fue homosexual, participó recientemente en el podcast cristiano PodCrê y compartió detalles impactantes de su viaje de conversión. Originaria de Rio Grande do Sul, Brasil, relató cómo enfrentó una serie de traumas desde la infancia hasta el momento en que, a los 30 años, Cristo le transformo.

Juliana reveló que desde muy pequeña se sintió rechazada, especialmente por su padre. Frases como “deberías haber nacido niño” marcaron su infancia y afectaron profundamente su identidad.

Cómo dejó de ser homosexual

Desde muy joven comenzó a vivir de forma independiente, pero esta libertad terminó convirtiéndose en la puerta de entrada a un estilo de vida destructivo.

La búsqueda de sentido la llevó a consumir drogas, como la cocaína, además del alcohol y los cigarrillos. Según ella, su vida estuvo marcada por el vacío, la soledad y los intentos de suicidio. «Era un vacío que nada llenaba. Necesitaba algo que tuviera sentido», dijo.

Fue sólo cuando conoció el evangelio que Juliana encontró la dirección que buscaba. Al convertirse, tomó decisiones radicales: abandonó sus adicciones, rompió con su estilo de vida y comenzó a seguir principios bíblicos.

También decidió dejar las relaciones homosexuales, afirmando que no cree que la homosexualidad sea una condición innata. “Nadie nace gay ”, declaró durante la entrevista.

Juliana Ferron es autora del libro Me Cansé de Ser Gay, una obra en la que narra su recorrido personal con franqueza y profundidad.

En su conversación, destacó las luchas espirituales que siguen presentes, incluso después de la conversión y el alejamiento de la vida homosexual, y alentó a los padres y líderes a buscar sabiduría y apoyo al tratar temas tan delicados.

«Sé lo que es estar del otro lado. Por eso hoy quiero ser un puente para quienes desean conocer verdaderamente el amor de Dios», dijo.

La historia de Juliana Ferron ha impactado vidas dondequiera que va, especialmente por su disposición a abordar con sensibilidad, pero también con firmeza, temas que aún generan intensos debates dentro y fuera de las iglesias.

La declaración de Juliana desafía las narrativas populares sobre la orientación sexual y confronta la ideología de género.

Este testimonio nos recuerda el poder transformador del Evangelio. La identidad y el propósito de una persona se encuentran en Cristo, y no hay pasado, herida o hábito que deje a alguien fuera del alcance de la gracia de Dios.

Solo en Jesús, puede haber restauración y una vida plena, sin importar las circunstancias anteriores.

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