
La Alianza Evangélica Europea (AEE) ha emitido un «lamento» público en el que insta a los cristianos europeos a orar en medio de la violencia y el sufrimiento que persisten en Ucrania, tres años después de la invasión rusa. La declaración se produce en un momento en que los líderes mundiales mantienen conversaciones de alto nivel para poner fin al prolongado conflicto.
El 18 de febrero, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, encabezó un equipo de negociadores aprobados por el presidente Donald Trump en una reunión de crisis de cuatro horas con una delegación rusa encabezada por Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, en el Palacio Diriyah en Riad, Arabia Saudita. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, excluido de las conversaciones, ha insistido en que no se alcanzará ningún acuerdo sin la participación de Ucrania.
Tras la reunión, la BBC citó a Kirill Dmitriev, director del fondo soberano de riqueza de Rusia y participante en las conversaciones, diciendo que la conversación fue «muy respetuosa y tranquila». Rechazó la «lógica» del expresidente estadounidense Joe Biden y afirmó en cambio que «hay una nueva lógica según la cual tenemos que hablar y entender en qué estamos de acuerdo y, si hay diferencias, tenemos que entender cuáles son».
Las conversaciones de Riad siguieron a una reunión de emergencia de líderes europeos el 17 de febrero, organizada por el presidente francés Emmanuel Macron en París. Preocupados por que Ucrania hubiera quedado fuera de las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia, en la cumbre participaron la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, el canciller alemán, Olaf Scholz, el primer ministro británico, Keir Starmer, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Mientras tanto, la AEMA emitió una declaración el 17 de febrero condenando a Rusia por «entrar violentamente en más territorio ucraniano sin provocación y sin explicación».
«Como cristianos europeos, lamentamos la situación», se lee en el comunicado. «El tiempo dirá hasta qué punto se escuchará a Ucrania y si se respetarán sus deseos. Ahora, más que nunca, es el momento de rezar».
La declaración de la AEMA enumeró detalles clave del conflicto y destacó otras guerras globales «injustas» que también merecen lamentación.
«Lamentamos que las bombas, los drones, los tanques y las tropas rusas permanezcan en un territorio que no les pertenece», se lee en el comunicado. «Lamentamos el daño y la destrucción que se ha infligido a Ucrania desde el comienzo de la guerra y que continúa a diario, incluso ahora. Lamentamos la muerte de cientos de miles de personas que nunca pidieron esta guerra ni hicieron nada para provocarla.
«Lamentamos las familias que han sido destrozadas, las mujeres y los niños que han sido expulsados y aquellos que han tenido que huir para salvar sus vidas. Lamentamos los hombres, algunos de los cuales eran soldados y muchos otros que no lo eran, que dieron su vida para defender su tierra y sus familias. Lamentamos los muchos más que están traumatizados y mutilados por lo que han tenido que enfrentar».